martes, 16 de febrero de 2010

¿Porqué no lo tiró Guedes?


¿Porqué no lo tiró Guedes?
©JAVIER DOMÍNGUEZ GARCÍA.2010

Luis Molwny ha sido un mito del fútbol español. Hace tiempo que nació su leyenda . Fue un mito y una leyenda en los tres conjuntos con los que jugó: Marino, Real Madrid y Unión Deportiva Las Palmas. Luego se hizo entrenador y llevó a los amarillos a lo mas alto. Y en el Real Madrid dejó su escuela.

Era septiembre de 1969 y la U.D. Las Palmas líder de 1ª División. La tercera jornada se disputa en el Estadio Insular contra el Real Madrid. ¡Penalti a favor de la U.D.! Paco Castellano lo lanza a la grada de la Torre Fedora. Mucha gente culpó a Luis Molowny de ordenar el lanzamiento a Castellano con ánimo de que lo fallara y así, el Madrid ganara el partido.

Tras cuarenta años de reflexión sobre el dichoso penalti he llegado a la conclusión de que hubiera sido lo mismo lo tirara quien lo tirara. Pues si lo llega a meter, estaríamos hablando de Castellano como héroe grancanario que pasa a la leyenda, como Armas "el claca" y su gol a Ricardo Zamora en el campo España. La historia y nuestra realidad hubieran cambiado radicalmente. No dejaba de ser una utopía, la pretendida de ser los mejores de España, jugando al fútbol, con ese ritmo lento y cadencioso, acariciando al balón como los hacían los canarios que formaron aquel inolvidable once entrenado por Luis Molowny. Algunos creyeron que se alcanzaba esa utopía, y ese significado momento del penalti fallado es el punto máximo de una trayectoria iniciada veinte años atrás con un proyecto surgido por la unión y el apoyo de todo el fútbol de Gran Canaria.

Los penaltis en la U.D. Las Palmas era Germán quién los lanzaba habitualmente pero no se alineó al estar sancionado, expulsado en el estadio del Manzanares de Vicente Calderón, en la jornada precedente. También Guedes había sido lanzador en aquellos años. Castellano tiraba las faltas con gran potencia. ¡Un pepinazo! decía la gente, y había marcado varios goles así, uno de ellos en el Bernabéu, pero nunca había tirado un penalti con los amarillos.

Recuerdo con detalle ese partido e infinidad de veces lo he comentado con muchos amigos aficionados seguidores del equipo amarillo que también lo presenciaron. Quisiera contar mis emociones y las que aquella multitud asistente de mas de 20.000 personas, que vivieron aquella noche el histórico acontecimiento. Pude vivir la pasión en el campo y en las gradas, pues nuestra Unión Deportiva era líder solvente en aquella tercera jornada tras dos triunfos consecutivos. Al Real Madrid nunca se le había ganado, lo más empatado. Se tenían ganas de victoria y se confiaba mucho en los jugadores locales muy motivados tras su triunfo ante el Atlético en la jornada anterior. La euforia colectiva venía manifestándose desde los días previos y las colas de coches en la “gasolinera de Molowny” frente a la Clínica de Santa Catalina se formaban a todas horas.

Aquella temporada se acudía con mas de dos horas de anticipación a presenciar los partidos. Fue en la grada curva donde salté de alegría con los goles de Guedes y León en pocos minutos; y las paradas de Betancort, que evitaron varios goles de los nuestros. Y un golazo de Velázquez, aplaudido por su bella ejecución técnica.


¿Estaba comprometido Molowny con los blancos de antemano[1]?

Siempre gozó de buena suerte el equipo merengue en el Old Insular. Y en aquel partido volvieron a tenerla. Tras el 2-0 canario, marcan su primer gol cuando concluía el primer tiempo. Un gol sicológico poco antes del descanso. Luego vino el gol de Velázquez que enmudeció a las gradas. El 2-3 fue de penalti que marca Gento de un pipanazo que no ve pasar Oregui y se llega al momento culminante en que el árbitro señala penalti a favor de Las Palmas. ¿Quién lo tira?. Miran al banquillo los jugadores y sale Castellano decidido a coger el balón y lo coloca en el punto fatídico. Retrocede y mira a Betancor. Su potente tiro se eleva por encima del larguero en la grada de Fedora y se van al traste las ilusiones de los isleños. Decepción, lloros, cabreos, pitos etc, ….. En ese ambiente marca el Madrid el cuarto y acaba el disputado encuentro 2-4.
Los tristes aficionados al no poder empatar ante el odiado rival, a pesar de los merecimientos por el juego realizado, se desparramaban por las calles de las Alcaravaneras al término del partido con el lamento de la derrota inmerecida. Fueron muchos los que esperaron la salida del campo de los jugadores y de Molowny. Hubo gritos que le increpaban diciendo:

¡Era lo que querías, era lo que querías! ¡Vendido madridista!

La mayoría silenciosa multitud, cabizbajos en grupos de dos o tres personas, cual sentido duelo, enfilaban hacia el Puerto o subían por el Paseo de Chil, dándole vueltas a la cabeza, sobre el penalti fallado. ¿Y porqué no lo tiró Guedes? , o hasta el mismo Tonono que tiene mas toque y lo hubiera colocado, se preguntó mas de uno. Desconozco si Molowny contestó alguna vez a esta pregunta, en público o en privado, pero fue también la que yo me hice en aquel momento y me sigo haciendo después de cuarenta años. El sabría la respuesta.


La canariedad del equipo amarillo

Esa espina quedó siempre clavada en la memoria colectiva de los seguidores amarillos, equipo que en aquellos años reivindicaba una canariedad en fútbol que se encontraba en lo más alto y que por este penalti errado, no lograban continuar líderes del Campeonato de Liga. El error de Castellano había hundido el orgullo de ser , al menos en fútbol, los mejores de España, con un equipo netamente canario, una ilusión de la que estaban convencidos miles de seguidores amarillos que pensaron que su entrenador, reconocido madridista había traicionado a los canarios, antimadridistas de toda la vida, debido principalmente a los favores arbitrales otorgados al equipo blanco, mirado como “el equipo del Gobierno” donde Bernabéu, que aunque no era Franco, se le parecía en algunas cosas, no iba a permitir a su “hexacampeón” estar por debajo de un equipo formado por unos elementos flacos y morenos de las lejanas Canarias .

Las colas en la gasolinera dejaron de formarse tras este partido y Luis Molowny a los pocos meses partió para Madrid a trabajar en Concha Espina a la sombra de Bernabéu y de Saporta. El día anterior a ese partido, el equipo amarillo había alcanzado el punto mas alto de su palmarés deportivo, pues era el Líder de 1ª División. Por la derrota ante el Madrid principalmente, Molowny dijo adiós para siempre al club insular y comenzó una brillante carrera como director deportivo y entrenador del Real Madrid.

Con un currículo inalcanzable por ahora por el resto de futbolistas y técnicos canarios que le han seguido, Molowny se sentó como entrenador por última vez en el Old Isular ya retirado, con la Selección Canaria ante Letonia en 1996.

Luis Molowny Arbelo. Jugador y Entrenador de Fútbol.
(S/C Tenerife, 12-05-1925-Las Palmas de Gran Canaria, 12-02-2010)
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[1] “….hasta que el Real Madrid fue a Las Palmas a jugar un partido de liga. Fui a comer con Don Santiago Bernabéu y con Miguel Muñoz que era el entrenador, estuvimos hablando y al día siguiente acompañé al Presidente a dar una vuelta por el sur de la isla para que viera cómo era Maspalomas que ya empezaba todo eso del turismo. Al otro día, le mandó un ramo de flores a mi madre y fui a darle las gracias y entonces me dijo que tenía que irme al Madrid con ellos, y a Don Santiago era muy difícil decirle que no, y mucho más cuando contaba con el beneplácito de Muñoz, que ya había desestimado otros nombres…” Molowny en Entrevista realizada por Emilio González Deniz. 1996